El decano de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), Mateo Martínez, informó hoy que convocará a una sesión extraordinaria para tratar de manera exclusiva la protesta de los padres y estudiantes por el cupo de ingreso. La decisión fue tomada durante la reunión del Consejo Directivo, que se realizó esta tarde.
El titular de la carrera explicó a LA GACETA que la semana pasada hubo elecciones estudiantiles y que los nuevos consejeros deben asumir el viernes, según está dispuesto en el cronograma. “Entonces no podemos hacerla antes (a la sesión extraordinaria) porque los decisores van a ser personas nuevas. Necesitan empaparse del tema. Seguramente será entre el lunes y el martes”, explicó el decano de Medicina.
Polémica en Medicina: no entran aspirantes que lograron más de 80 puntosMartínez afirmó que hay ocho presentaciones realizadas por los padres de los alumnos que sacaron más de 60 puntos sobre 100 en el examen de ingreso, pero que no ingresaron en el cupo de los 291 que fueron admitidos este año. Durante la sesión del Consejo Directivo hoy se abordaron tres de las presentaciones y otras cinco, que son más extensas y tienen numerosos puntos en común, serán tratadas como un bloque.
Protesta y pedido de explicaciones
Durante el mediodía y a pesar de la lluvia, algunas decenas de padres y alumnos protestaron con pancartas y una batucada en el patio de la Facultad de Medicina, en La Madrid al 800. Los manifestantes insistieron con tu queja por el cupo, que este año llevó el piso de puntaje para el ingreso a 82,82 debido a la alta calidad de los aspirantes.
Fernando Velloso Colombres, el referente de los manifestantes, aseguró que Martínez incumplió con el compromiso asumido durante la reunión de la semana, para darle prioridad de curso a la presentación realizada en la primera protesta.
Por otra parte, Velloso Colombres recordó que en el año 2014 se anunció que el Ministerio de Salud de la Nación habilitó un subsidio $ 10 millones para que la Facultad de Medicina de la UNT edificara un hospital de muñecos androides para que los alumnos realizaran allí las prácticas sin necesidad de tocar un paciente vivo, algo que, según entiende, dejaría sin efecto los argumentos esgrimidos por Martínez por el cupo de ingreso.
Cuando rendirse no es una opción: historias detrás de los bochazos en Medicina“No sabemos qué ha sucedido. Queremos que nos explique por qué no está construido el hospital de muñecos androides que prometió que en un año se haría”, dijo Velloso Colombres. Además, agregó que hay alumnos que sacaron más de 60 puntos pero que no ingresaron que están con asistencia psicológico y reiteró que el pedido sea irrestricto. “El cupo está prohibido por Ley de Educación Superior. La Justicia Federal no está encima de la ley y de la Constitución, eso tienen que entender”.
Un proyecto truncado
Martínez, en tanto, desechó los argumentos de los manifestantes y aseguró que nunca un simulador puede reemplazar a un paciente vivo. “Es bueno que los estudiantes se entrenen, pero nunca un simulador reemplaza al paciente, porque no habla ni siente dolor. Complementa la educación médica, en el sentido de permitir ciertas prácticas que pueden ser muy invasivas del pudor y se las puede repetir una y diez veces y corregirla hasta perfeccionar el procedimiento”, aclaró.
"No están dadas las condiciones para el ingreso irrestricto", dijo el decano de MedicinaRespecto al proyecto del hospital de androides, el decano dijo que se compraron equipos que están funcionando en el Laboratorio de Bioelectrónica, en el Centro Herrera (ex Quinta Agronómica), por decisión del anterior decano, Ricardo Zelaya. “Están los planos para agrandarlo (al proyecto), están los fondos, pero se cayó la licitación pública en mayo del año pasado. Es una obra de cierta complejidad porque tiene ciertas especificidades que quizá no todas las empresas pueden hacerlo”, explicó.
Martínez aseguró que la nueva obra está en trámite, que ya está el nuevo diseño y que debe volver a ser licitado.
Consultado sobre la dilación del proyecto, el titular de Medicina explicó que cuando se terminó su gestión dejó los planos y los fondos disponibles, “alrededor de $ 12 millones”, pero que Zelaya optó por habilitar un espacio más pequeño. En ese sentido, dijo que en esta nueva gestión optó por reflotar el proyecto y rehacer los planos para que, a futuro, pueda haber un crecimiento. “El nuevo diseño está sobre la avenida Néstor Kirchner, a la altura del arbolado. Ahí estará el nuevo emplazamiento (del hospital de androides). Mientras tanto, funciona el laboratorio de destrezas clínicas. El doctor Daniel Pero está a cargo del proceso y están yendo estudiantes. Complementa la formación del médico, nunca puede reemplazar al paciente”, insistió.
El punto de conflicto
Velloso Colombres había calificado la imposición de un cupo como algo “excluyente y discriminador”. En un texto destaca que en el reglamento de la UNT se detalla que la nota de aprobación es seis (o 60 puntos). Recordó también que existe la Resolución 1685/17 del Consejo Superior de la UNT que establece que se debe cumplir con el artículo 7 de la Ley de Educación Superior 24.521, para que el acceso sea libre e irrestricto.
Martínez, en su momento, indicó que no están dadas las condiciones de ingreso irrestricto para preservar al paciente. “La Ley 26.529 habla de los derechos del paciente y la intimidad, etcétera. Y toda la masividad en el aprendizaje con los pacientes lesionan el pudor y la confidencialidad. Esa Ley regula incluso la exposición del paciente con fines académicos. Eso impone una suerte de barrera numérica. Tienen que ponerse en la piel de un paciente: no puede estar rodeado por un jefe de trabajo práctico y 30 estudiantes. Hay un límite con eso. Ya con tres o cuatro estudiantes estamos en un límite máximo”, había asegurado.
Este año rindieron 1.150 aspirantes pero sólo hubo cupo para 291.